Babykeeper es el primer colchón de cuna certificado como producto sanitario
por su capacidad para reducir el riesgo de muerte súbita en el lactante
Su precio desde 149€, dependiendo del tamaño
Reduce la reinhalación de CO2
Tanto los tejidos como el núcleo se han diseñado para favorecer el intercambio de oxígeno sobre la línea de respiración del bebé evitando la acumulación del CO2, no superando en ningún caso el 3,5% de concentración, lejos del umbral de seguridad del 5%. La media de colchones de cuna del mercado supera el 7%.
Con el diseño de membrana abierta del núcleo se consigue una óptima disipación del CO2 y reducimos así el riesgo de SMSL por este factor en un 72%.
No reacciona en presencia de flujos ácidos orgánicos
La composición del núcleo Babykeeper además lo hace resistente a los frecuentes derrames ácidos del bebé, evitando que se puedan producir reacciones químicas como la hidrólisis. Algunos materiales usados por otros colchones pueden provocar vapores tóxicos perjudiciales para el lactante.
Protege de obstrucción las vías respiratorias
Si se produce una regurgitación del flujo gástrico, el líquido resultante no produce encharcamiento por lo que se reduce el riesgo de ahogo del bebé.